Tuesday, June 10, 2008

¡El cantante de cantantes!






“Me paran siempre en la calle mucha gente que comenta ¡Oye Hector ah! tu estas hecho simpre con hembras y en fiestas. Y nadie pregunta si sufro si lloro si tengo una pena que hiere muy hondo”
El Cantante, Hector Lavoe
Una película como "El Cantante", no debe pasar desapercibida ante nuestros ojos, aunque ya han pasado largos meses, considero que Héctor Lavoe sigue vivo. No porque se haya hecho una película, documentales, un especial en televisión; sino porque marcó un traslado en la música, enfocó a un ser humano que dejó un repertorio de canciones que aún se bailan y se siguen escuchando por miles de seguidores. Y... ¿Qué decir de sus vida? Una muestra más del legado de mentiras que hay detrás de la fama, las drogas y el desconocimiento de un personaje que llevó su humildad hasta el final, al menos eso dicen sus verdaderos críticos y no aparece anotada en la película. Aunque eso poco debe importar.

En ocasiones es más relevante resaltar lo que poco se sabe, que volcarnos a escribir sobre aquello que ya sabemos de sobra. Empecemos por decir que, Héctor Juan Pérez Martínez, cantó "Sóngoro Cosongo" en homenaje al poeta cubano Nicolás Guillén. Si aún no saben, les cuento que Sóngoro Cosongo, es un poema de este escritor que canta así: "Canto Negro ¡Yambambó, yambambé! Repica el congo solongo, repica el negro bien negro; congo solongo del Songo baila yambó sobre un pie" y la canción de Lavoe: "Ay negra! Si tú supieras que anoche te vi pasar y no quise que me vieras. A él tú le harás como a mi que cuando no tuve plata te corriste de bachata sin acordarte de mi". Al parecer el canto negro y la poesía hicieron parte de la música como la vida misma de " La Voz", como fue llamado Héctor Lavoe (según la película y muchos críticos).
El arte de la literatura, va de la mano con la música, pero en este cantante, fueron hermanos inseparables. Sus canciones eran y son odas, mitos, leyendas, lenguaje oral. Todo se recopila en sus historias. Cuando las escuchamos en silencio, encontramos verdaderas narraciones que necesitan ser descubiertas y entendidas. Quizás eso sea lo único que se necesite para conocer a Lavoe, más que leer este artículo. Lo aclaro desde este momento, lo que sigue son añadiduras y goce personal.
Sin lugar a dudas, fue un cantante del pueblo, que se refería a su público como "Mi gente", que sufría, como cualquier ser humano. Estuvo en la gloria y bajó a la desgracia.

Periódico de Ayer
Re-conociendo al Cantante, en la película que hace alusión a su vida, producida por el cubano León Ichaso, y que se estrenó en agosto de 2007, podemos percibir su ideario, de enfocar a aquellos personajes que han estado en el cielo y se les cae de repente. Para muchos salseros, Héctor Lavoe sigue siendo un ícono de dicho género. Su voz, una combinación de cantante de barrio con tenor profesional, resonaba en sus seguidores que disfrutaban y bailaban sus canciones.
Las voces en contra del film resultaron ser desalentadoras. Algunos se han pronunciado, (entre ellos, su hija Leslie), diciendo que es una payasada, una farsa del comercio, por el sólo hecho de que no muestran la verdadera historia del cantante y su indiscutible importancia en la música de los años '70: que “Puchi” era mala con él, haciéndolo quedar mal ante sus amigos; que La Fania , fue lo que destruyó a Héctor Lavoe; que no mostraron el verdadero dolor que sintió el cantante con la muerte de su primogénito; que debieron exhibir y enfatizar su gran trayectoria, 250 canciones grabadas; que no mostraron cómo sus magnos amigos ayudaban a que se drogara para que resistiera horas y horas en la tarima y que, finalmente lo abandonaron, dejándolo morir en completa soledad. Muchos de sus fanáticos quedaron descontentos con ver a Jennifer López y Marc Anthony representando su vida y no la verdadera esencia del Sonero.

Es cierto que no es un retrato fidedigno de la vida del Gran Héctor, pero te hace bailar, recordar sus espléndidas y profundas canciones: la calle, Juanito Alimaña, ausencias, la fama, verdades, sombras y "todo tiene su final". Al que lo desconocía, hizo que se reconociera su trayectoria, sus letras y su discutible vida. Te hace recordar que lo trágico nunca se aleja de la condición humana. Va de la mano con la grandeza, cuando no hay bases fuertes para combatir tu pasado. En el film, se enfoca a Lavoe, que sucumbe por las remembranzas del Barrio Machuelo en Ponce, Puerto Rico. Nos traslada al barrio, a la soledad de su verdadera alma. No es el cantante, el que todos ven en la calle y le dicen que es un Dios, que se ha ganado el cielo, que su público lo quiere y está con él.
Por supuesto que el caso de Lavoe, no es único. Todos hemos conocidos el caso de reconocidos (as) cantantes que han llegado a extremos impensables por su público. Es quizás, el no estar preparado, el estarlo demasiado o el no saber que la vida cambia de manera turbulenta, rápida. El segundo se convierte en el peor enemigo del "aparentemente" feliz.
Pero que cante el cantante: "Todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que recordar, que no existe eternidad. Como el lindo clavel, sólo quiso florecer y enseñarnos su belleza y marchito perecer. Todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que recordar, que no existe eternidad. Como el campeón mundial, dio su vida por llegar y perder lo más querido en las masas otro más. Coro: Todo tiene su final..." No existe una sola canción de Lavoe que sea superflua, que no le llegue a su público, que no mire su presente, que no se asome a su existencia. Hay quienes aún tienen la preocupación por si se mató él mismo, o sus amigos, o la fama, o la heroína o la soledad. Disfrutemos con saber que fue feliz cuando estuvo en sus cuartos de horas, cuando se alegraba en sus giras al ver el espectáculo de público que se amontonaba para escucharlo.

Coda
Hoy, se recuerda la esencia no sólo de un cantante, sino de la música que resuena, a pesar de que el tiempo pasa y nuevos ritmos se toman los oídos del público. Aún se goza el día de la suerte. Caemos como plumas que se suspenden en el aire. No creo que haya nacido maldito, o que nació estrellado, pero sí que sus canciones marcaban su vida, salieron de los pasos recorridos por Lavoe y quién sabe cuando perecerán. Hector Lavoe sigue vivo y explotado.