Monday, May 7, 2007

JUNOT DIAZ: LA REALIDAD HECHA FICCIÓN
















Fotografia by Angela Castro 


“…y al cabo de un rato le di un golpe y le empezó a salir un hilo de sangre por la oreja, como un gusano […] en aquel apartamento, parecíamos gente normal. Como si algún día las cosas nos pudieran salir bien” Junot Díaz, Negocios.
Y la lluvia fue, nuevamente, la constante de la 20ª Feria del Libro de Bogotá. El frío invadió los rincones de cada uno de los pabellones del gran encuentro literario que se celebró del 19 de abril al 1 de mayo. Los espectadores esperábamos de parte de los escritores el toque necesario de humor y calor a las gélidas charlas. El dominicano Junot Díaz, quien actualmente trabaja como profesor de escritura creativa en el Instituto de Tecnología de Massachussets, trajo consigo la sinceridad del escritor que habla sin enmiendas ni miramientos.

¿Trasplante o desarraigo?
“Escribir desde afuera, ¿trasplante o desarraigo?” era el título de la mesa que le asignaron al dominicano y a Juan Gabriel Vásquez. Díaz inicia la conversación aclarando que no es experto, reconoce que la inmigración no es un problema de sugerencia, por el contrario, la mayoría de personas no desean realizar el “viaje” que ahora llaman trasplante. No hay que ser inmigrante para poder escribir y crear ficción, la escritura parte del interés. Hay quienes viajan, conocen, pero sencillamente no escriben porque no les interesa, otro grupo de personas se quedan en su ciudad, nunca salen de su barrio y pueden ver la diversidad “En un país tan pequeño como Santo Domingo, nosotros lo vemos como una galaxia, un universo, un planeta. No es necesario salir, yo me fui, pero no sé si ese acto creó el deseo de la escritura”. Interesante es ver cómo arguye la introspección que, en ocasiones, se nos olvida; hablamos de libros, de turismo, pero no de aquello que realmente se está gestando en Colombia: la gran diáspora. En medio de risas, Junot Díaz dice que la mitad de Santa Martha vive en Boston. Japón, es otro ejemplo de la inmigración colombiana, pero eso no lo entendemos si nos quedamos sentados leyendo los periódicos o hablando con los intelectuales de nuestro país. El problema radica en el silencio que tienen nuestros pueblos, los escritores están dormidos y se quedan en el mito, en la ficción.

Drown: ¿Biográfico o ficción?
Díaz parte de que todo escritor inicia su escritura de un supuesto, pero cuando nos releemos entendemos que no todo nos ha pasado, vemos que hay un cambio en nuestro escrito. Él escribe de su familia, de sus vivencias, del barrio en que se crió. Lo extraño es que cuando termina de leer sus cuentos, su familia y amigos le preguntan sobre cuándo escribirá sobre ellos. Le resulta sencillo decir que sus escritos hablan de su vida, pero algo sucede en el acto creativo que cambia los planes que se tienen “Trato de escribir de mi vida, porque me es fácil no inventar nada, pero al final me doy cuenta que debo inventarlo todo. Somos cinco hermanos, pero aún no tengo el talento para escribir sobre los cuatro con sus innumerables diferencias e idiosincrasias. No puedo hacerlo, no tengo paciencia, siempre corto a dos o tres hermanos. Por lo tanto ya no es mi familia… cuando termino un libro simplemente no lo reconozco” Díaz no tiene control de su escritura, todo cambia en su manifestación artística, explica que las personas desean definir el mundo de manera innecesaria: que si es un ghetto-writer, inteligente o con poca capacidad. Sus amigos lo llaman, simplemente, ghetto-nerd, mientras que los críticos se encargan de crear definiciones simples, no leen los libros, sin embargo lo fijan en un huequito. El silencio y la soledad definen su infancia, marcada por el difícil cambio de pertenecer a lo que no es suyo, pero es un tío quien lo lleva por la senda artística, era la única persona que le encantaba leer en medio de tanto militar. Frases como “el tío pendejo”, “el tío que no es hombre” eran repetidas todo el tiempo por los otros miembros de su familia porque se pasaba la vida leyendo. Por eso Díaz no busca auto-mitos ni los motivos de escritura, hay muchas situaciones que desvían impulsando a la escritura. Hoy dice que fue su tío, mañana, puede ser otra cosa.

“Negocios” título que se le ha dado en español a su libro, es una recopilación de diez cuentos, en donde encontramos temas como la inmigración, el sueño americano, las drogas y la pobreza. Rastrea las implicaciones del mal llamado “racismo” y las vivencias juveniles que marcan al ser humano en profundidad. No obstante, el mayor logro de su narrativa es el rescate de los temas menores, en donde aparece el drama de la miseria, los infelices que resisten en medio de una sociedad discriminatoria y al mismo tiempo se hace fuerte. El humor ácido también está presente en su pluma, como también su característico spanglish. En “Aguantando”, reconoce la facilidad con que la distancia endurece hasta convertirse en algo permanente. “Aura” es la excusa de aquella esquina en donde se fuma, se come, se singa y se juega al selo […] Pero hay que andarse con cuidado. Nunca se sabe si el que pierde va a andarse con una nueve milímetros o con un machete en busca de venganza".


Saturday, May 5, 2007

ANDRÉS HOYOS: A PROPÓSITO DE "EL MALPENSANTE"



Cartagena, Enero 24, 2007 Andrés Hoyos no estudió literatura ni proviene de una familia literaria. En algún momento de su vida universitaria descubre que la escritura es lo que le gusta, decide escribir algunos libros que se han vendido relativamente poco. Por eso se le ocurre juntar todo ese bagaje en una revista que divulgue y muestre una cara de la literatura más dinámica, más variada, más sorprendente, diferente de aquella que imperaba en Colombia antes de la aparición de su revista, once años atrás.

Escribir en ‘El Malpensante’
Andrés Hoyos, al lado de Mario Jursich, el subdirector, está convencido de que la persona que desee publicar no tiene que ser nada. ‘El Malpensante’ publica textos y no nombres. No tiene que ser un escritor previo ni una persona con hoja de vida reconocida. Simplemente debe escribir algo que guste: “entendemos que hay una obligación ética para conocer gente nueva. Muchos escritores arrancan en la revista y después se dan a conocer. Se trabaja mucho en algo reconociendo que merece ser publicado y se envía”
‘El malpensante’ tiene más público del que en principio pensaron que iba a tener. No se dirige a un público especial, o a un estrato socioeconómico en particular “Hacemos la revista que a nosotros nos gustaría leer, esa es la diferencia de las revistas comerciales y pensadas como un negocio: tienen un perfil claro, detectan una necesidad específica de un nicho de mercado y, naturalmente, ganan dinero”. Cabe anotar que muchos de los números de la revista no sólo se ocupan de temáticas literarias, también aparecen cinceladas políticas, la puesta en escena de personajes olvidados; pero también protagonistas que merecen ser plasmados y vistos bajo la lupa de quienes se dan al reto de reseñarlos. En conjunto podemos definirla como música, filosofía, cine, teatro, historia y ciencia.

Humor, acidez y nuevas revistas
‘El Malpensante’ se ha identificado por buscar temas latentes que no necesariamente tienen que estar de moda। La característica fundamental es buscar lo inteligente y perspicaz que puede tener un escrito. Sin embargo, Hoyos recuerda que la literatura siempre ha tendido al humor y a la acidez. Siente que no inventó nada, eso mismo lo hacía Cervantes en El Quijote: “Buscamos las cosas que son incisivas, paradójicas, irónicas. No queremos verdades reveladas”.
Hoyos asegura que a las nuevas revistas les hace falta todo y nada. Con agrado afirma que cualquier publicación es algo que se debe imaginar de manera orgánica. Debe pensarse el contenido, pero también la forma, como también la manera en que será distribuida: “A mi me impresiona las cosas que me regalan, la gente cree que es mamey, creen que simplemente es agarrar un computador, escribir algo y mandarlo a imprimir. Ni se interesan ni han pensado en las dificultados que implica sacar una buena publicación”. Reconoce que lo mismo sucede con los textos que llegan a la revista, envían cuentos que tienen algunos elementos interesantes, pero que poseen algunos clichés y problemas en su estructura: “Se les dice que algo anda mal y no hacen nada, es decir, no sirve; aunque moleste, ese escritor para mí está muerto”.

“Malpensamientos”
Bien sabemos que el título de la revista ‘El Malpensante” hace a alusión al libro de aforismos del escritor italiano Gesualdo Bufalino, escrito con tierna pero aguda ironía। Aquí nada se disfraza; sin embargo, el humanismo es tan claro como la esencia misma de la revista। Bufalino diría: “Escribo porque tengo miedo। Cavo trincheras de palabras donde esconder la cabeza”, “El traductor es evidentemente el único auténtico lector de un texto. Por cierto más que cualquier crítico, quizá más que el propio autor। Porque de un texto el crítica es solamente el cortejante ocasional, el autor, el padre y el marido, mientras que el traductor es el amante” De ahí, que Andrés Hoyos considera que un evento como el Hay Festival deba existir en Colombia por el intercambio que hay entre lector-autor y las riquezas que de ahí provienen। No es un evento para profundizar en los temas, dice, sino rescatar las vivencias que en él se generan.Convirtiéndose en un espacio en donde la lectura es también indiscreción, usurpación y espionaje.

MARILUZ VALLEJO ENTRE EL BAJO PERFIL Y EL BUEN CRÍTICO


Foto por GACETA

La inmediatez de los medios, la falta de atrevimiento en los periodistas, la crítica y el rescate por los temas de la vida cotidiana, fueron algunos de los planteamientos que analizó la escritora antioqueña Mariluz Vallejo para La Palabra, en el marco de la celebración de sus 15 años. Vallejo, periodista y Directora Cultural, realizó estudios en la Universidad de Antioquia. Hizo una doctorado en Comunicación Pública en la Universidad de Navarra, España. Actualmente es profesora de tiempo completo en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá en la Escuela de Comunicación Social, en donde dirige la revista “Directo Bogotá”.

Definiendo la Crítica
La crítica es para Vallejo, el género que sirve para poner puentes entre los autores y el público। El crítico es un mediador que utiliza un género para atraer a lectores, que cada vez es más indiferente a la Literatura. Es ese personaje buen lector, sensible a las letras, que seduce, comparte experiencias y le da una interpretación subjetiva a la obra. Al mismo tiempo dona claves y datos. La valía que tiene la crítica es aplicable a todas las manifestaciones artísticas; se necesita para analizar las artes plásticas, el teatro, el cine, las danzas, entender los cambios de los nuevos medios y vanguardias “Aunque en ocasiones el crítico es ortodoxo ante las nuevas hibridaciones que se están gestando en el mundo contemporáneo, se necesitan para dar a conocer éstos nuevos lenguajes, que dialogue con las nuevas generaciones y no ignore que todo se está renovando”
La escritora antioqueña asegura que la gente joven debe tener la responsabilidad social de poseer un mínimo conocimiento, es decir, no ser un lector espontáneo e ingenio. Al contrario ser un lector que tenga una experiencia de asimilación “Si elije una novela, que tenga el crédito para poder decir qué calidad posee”. Para hacer ejercicios de crítica literaria no hay que ser el veterano, políglota, tener una sapiencia literatura, una erudición: sólo tener sensibilidad para emocionarse con la obra y cierto gusto estético, a lo sumo traducir las emociones y contárselo al lector de manera grata, elegante, sin olvidar la voz personal. Lo más importante que rescata Mariluz es el criterio para seleccionar y cribar los valores literarios reales, es decir, buscar lo original, lo que rompe y se presenta como nuevo.

Industria Editorial y Alejamiento
Lo más relevante para indagar y contribuir a dar opiniones de tipo literario y artístico es ser independiente, alejarse de toda la sociedad y elogios “Hago lo posible por no asistir a cocteles, si me invitan a foros, lo hago pero después me pierdo. No trato de ultimar ni de crear lazos o vínculos ya que eso afecta la formación de criterios. Mejor es tener la distancia como lector. Existe un choque cuando conocemos al autor. Prefiero no desencantarme, mantengo la relación sólo con la obra sin tener esa cercanía”. Afirma, al mismo tiempo, que la industria editorial determina los valores desde sus intereses comerciales, estos resultan ser dudosos y sospechosos, porque la industria siempre está presionando a los medios para que le den publicidad, divulgación a la figura “Hay escritores que venden mucho como Germán Castro, Jorge Franco, son comerciales y leídos por mucha gente. Las editoriales le apuestan a este tipo de prosistas. Sin embargo, es una relación lógica de mercado” No obstante, tampoco podemos estigmatizar a la industria editorial ni satanizarla, ya que, aunque absorben a las pequeñas industrias, estamos en un mundo real –asegura la escritora-.

La Entrevista, el “Open Source” y la Crónica
Mariluz reconoce que actualmente existen otras formas de lectura, nuevos estilos para hacer entrevistas y crónicas. Hablar de ello implica dejar los eufemismos de lado y abordarlos sin taras. Para hacer una buena entrevista se necesita tiempo, como lo tiene el periódico La Palabra. No se puede esperar mucho de la prensa diaria, puesto que las rutinas son agobiantes, no dan treguas para hacer los artículos más elaborados y profundos, que tengan el espacio para investigar a conciencia el tema abordado “Hay que saber elegir al personaje, buscarle otras facetas. La entrevista es un diálogo inteligente entre dos personas, también es un intercambio” Su máxima es explorar otros contenidos, descubrir al interlocutor, que el entrevistado interpele al periodista, que se generen contra preguntas y vacilaciones. Es cuestión de planear bien las interrogaciones: que desacomoden, sorprendan, y azucen. Vallejo propone el juego de encontrar personajes que no sean tan conocidos, con bajo perfil, logrando sacarles provecho. Está abierta a los nuevos medios que están siendo masificados como lo es la lectura en Internet y el open source. Para la escritora son nuevas puertas que se abren a la educación cultural, además ayuda a que los artistas se expresen sin mediación de periodistas.
Mariluz, quien acaba de publicar su obra ‘A plomo herido’ ve meritorio recuperar la buena crónica. La estudió desde principio de siglo, en donde observa más la intención estética. Hoy es escaso encontrar columnistas que dejen hablar de política y entren un poco al conocimiento del personaje común y el divertimento: “Antes eran más atrevidos con los géneros, los lectores eran inteligentes…, entendían esos pactos”